sábado, 9 de abril de 2011

Hasta pronto



No pude conocerte mucho. Sé que no fue por ti, y espero que sepas que no fue por mí, fueron las circunstancias que envolvieron nuestra relación.

Tengo vagos recuerdos, borrosas imágenes, ligeros aromas y sordos sonidos de lo que eras.

Ahora que he visto tantos años de mi vida pasar por delante me doy cuenta, de que me gustaría haberte conocido más, haber podido disfrutar un poquito más de ti, y sé que a él también, no sabes lo mucho que se parece a ti.

Él es, el mejor regalo que has podido hacerme, claro que también fue el único.

Me da pena no escuchar hablar de ti, me gustaría saber más, pero creo que aún queda mucho dolor en tu partida, creo que queda mucho dolor en tu recuerdo, pero sé que él sí piensa en ti.

Cuando te fuiste, todo pasó muy rápido, todos pensamos que era otra de esas tantas veces que habías amenazado con marcharte, pero no fue así, esa vez sí que te fuiste.
Entonces me invadió una nube de sentimientos, lastima, dolor, y rabia, mucha rabia, porque no me dijiste adiós, porque no te pude decir adiós.

Y ahora que ha pasado el tiempo, ¿Quién me lo iba a decir?, he vuelto a pensar en ti, y me he decidido a escribirte en algunas líneas, lo que entonces no te dije.
Que a pesar de todo, sentí tu marcha, que a pesar de todo llore, porque a pesar de todo, te quería.

Supongo que donde te hayan llevado tus pasos estarás bien, y tengo la certeza de que cuidas de él, de que cuidas de nosotros.

Así que ya me despido, pero no con el adiós que en su día quise decirte, si no con un Hasta Pronto…

1 comentario:

  1. la sinceridad puede ser a veces muy triste... pero merece la pena vivir todos los sentimientos así; tu protagonista es mas humana que mucha gente que conozco. y la pregunta está en el aire; ¿el niño se llama como el padre?

    ResponderEliminar